El aumento de la preocupación por la salud, el auge del e-commerce y el impacto medioambiental han impulsado un nuevo enfoque en el sector del packaging este año. Botellas de Ron Bacardí 100% recicladas, un nuevo diseño de KitKat en Australia o vasos reutilizables en McDonald’s son algunos de los ejemplos que hemos podido ver recientemente en el sector.
Y es que la sostenibilidad en el packaging ya se encontraba a la orden del día, pero desde que la pandemia se asentó en nuestras vidas, ahora la higiene se ha añadido a la ecuación de los consumidores a la hora de decantarse por un producto u otro.
Según una encuesta realizada en 21 mercados diferentes por McKinsey&Company, un promedio del 29% de los consumidores afirman que, desde que comenzó la crisis del Coronavirus, compran más en base a si los productos tienen un packaging saludable e higiénico. En el otro lado se encuentra el 8% que dice hacerlo menos.
Bélgica y Reino Unido: menos atención al packaging saludable
Si nuestro día a día cambia, nuestros hábitos de consumo también. Aunque según el análisis de McKinsey&Company, la decisión de compra por el tipo de packaging ha crecido en mayor proporción que variables como la seguridad de los empleados, el propósito de marca o la sostenibilidad.
La mitad de los consumidores en Arabia Saudí (52%), India (49%) y Nigeria (49%) afirman prestar una mayor atención a los envases saludables e higiénicos, pero esto se reduce al 14% en Bélgica y el Reino Unido.
Sin embargo, la encuesta muestra que la proporción de consumidores que compran más en base al packaging, desde el inicio de la crisis por el Covid-19, es mayor que la de aquellos que lo hacen menos.