No cabe duda de que el auge del Internet de las Cosas (IoT) y los dispositivos conectados ha generado un cambio en la manera en que las marcas se relacionan con sus clientes. Y esto tiene mucho que ver con las necesidades que tienen hoy los usuarios. Según un reciente estudio de Accenture, el 64 % de los consumidores espera que las empresas respondan de forma más rápida y personalizada a sus necesidades a través de datos en tiempo real. Es decir, que no haga falta acceder a un ordenador o buscar algo en el móvil para hallar lo que desean.
Al mismo tiempo, el mercado global de sensores IoT está experimentando un crecimiento muy significativo, hasta el punto de que se espera que alcance los 70 000 millones dólares en el año 2029, con un crecimiento anual hasta entonces del 34,4%.
Este nuevo contexto ha impulsado la aparición de un nuevo modelo de marketing digital, el marketing sin pantallas, que abandona los tradicionales smartphones y ordenadores y se apoya en dispositivos como wearables, sensores inteligentes y asistentes de voz. La miniaturización de sensores, el 5G y la inteligencia artificial están permitiendo llevar la experiencia de marca directamente al cuerpo o al entorno del usuario, sin necesidad de interfaces gráficas.
Estos avances marcan el inicio de una tendencia que reconfigura el marketing digital con una nueva realidad: transmitir mensajes y activar acciones sin recurrir al canal visual, utilizando tecnologías que integran a la marca en la rutina diaria del usuario.
Cómo podemos definir y cuáles son las características del marketing sin pantallas
Hablamos de marketing sin pantallas cuando las estrategias de comunicación y promoción no dependen de elementos visuales como anuncios, banners o vídeos. En su lugar, utilizan dispositivos inteligentes que actúan en segundo plano y se integran en la vida cotidiana del usuario. Es decir, relojes inteligentes, altavoces conectados, electrodomésticos, ropa con sensores o vehículos
Los mensajes de las marcas surgen en forma de alertas sonoras, vibraciones, comandos de voz, ajustes automáticos o respuestas contextuales. No exige atención visual ni acciones voluntarias: simplemente está ahí, actuando cuando el momento lo requiere. El objetivo no es, por lo tanto, que el usuario busque a la marca, sino que la marca llegue al usuario de forma útil, oportuna y casi invisible. ¿Cuáles serían las principales características de este marketing sin pantallas?
- Contextualidad. El mensaje se adapta al entorno, hora, estado del usuario, datos biométricos o actividad.
- Interacción natural. Se emplean comandos de voz, gestos, temperatura corporal o movimiento físico como interfaz.
- Microsegmentación. Las campañas se personalizan de forma muy precisa y a escala individual.
- Automatización basada en IA. Los algoritmos analizan patrones para determinar cuándo y cómo interactuar con el usuario.
- Bajo nivel de fricción. Se integra en la vida diaria sin requerir la atención visual ni acciones voluntarias del usuario.
Cómo aplicarlo en los distintos dispositivos
Este nuevo enfoque redefine la experiencia de usuario. Como decíamos, ya no se trata de que el usuario busque la marca, sino de que la marca se integre de forma útil y no invasiva en su rutina diaria. Ahora bien, cada tipo de dispositivo tiene unas aplicaciones diferentes que determinarán, una experiencia de usuario diversa que determinará también la estrategia de marketing. Vamos a verlo.
Wearables (relojes, pulseras, anillos, ropa inteligente)
Están en contacto constante con el cuerpo humano, ofrecen una oportunidad única para integrar el marketing de forma contextual, sensible y personalizada. ¿Cuáles son sus principales aplicaciones?
- Alertas biométricas inteligentes. A través del análisis en tiempo real de parámetros como ritmo cardíaco, sudoración o variabilidad del sueño, las marcas pueden lanzar recomendaciones de productos o acciones útiles, como una bebida isotónica tras detectar un esfuerzo físico.
- Recordatorios sutiles y contextuales. Utilizando vibraciones suaves o notificaciones visuales mínimas, los wearables pueden incitar a hábitos saludables relacionados con el estilo de vida que una empresa quiere fomentar. Por ejemplo, una marca de agua mineral podría activar un pequeño recordatorio después de largos periodos de inactividad o exposición al sol.
- Gamificación personalizada y recompensas. Las marcas pueden integrarse en ecosistemas de salud como Apple Health o Google Fit para lanzar retos semanales (por ejemplo, camina 10.000 pasos diarios durante 5 días), con recompensas como cupones o productos gratuitos, reforzando así el vínculo emocional y la fidelidad del usuario.
- Ropa inteligente y tejidos con sensores. Cada vez más presentes en el deporte y la salud, permiten captar información detallada sobre aspectos como la postura o la temperatura corporal y generar recomendaciones ultra personalizadas.
Asistentes de voz (Alexa, Siri, Google Assistant)
“Si todo está conectado, las aplicaciones para las marcas se multiplican en función del dispositivo”
Cada vez más extendida, la interfaz por voz abre un nuevo canal de interacción emocional con el usuario, aprovechando la naturalidad del lenguaje humano. Encontramos diversas aplicaciones muy beneficiosas para las marcas.
- Respuestas proactivas e inteligentes. Las marcas pueden integrarse en las rutinas diarias del usuario a través acciones personalizadas. Por ejemplo, un asistente puede sugerir una receta saludable con productos de una marca concreta al oír “¿Qué puedo comer hoy con lo que tengo en la nevera?”.
- Comandos patrocinados. Las rutinas matutinas o nocturnas (como “Siri, empieza mi mañana”) pueden activar no solo el encendido de luces, sino también una frase inspiradora de una marca wellness o una sugerencia de desayuno con enlaces a productos.
- Eventos contextuales activados. Si el usuario consulta el pronóstico del tiempo y se prevé lluvia, el asistente puede sugerir productos relacionados con protección (ropa impermeable, accesorios, transporte).
- Interacción emocional. Las marcas pueden desarrollar personalidades de voz asociadas a valores de marca como tranquilidad, vitalidad o elitismo.
Hogares conectados (IoT doméstico)
El hogar se convierte en un entorno de interacción continua y los objetos cotidianos adquieren capacidad de comunicación. Si todo está conectado, las aplicaciones para las marcas se multiplican en función del dispositivo.
- Neveras inteligentes. Son capaces de detectar cuándo se agotan ciertos productos y activar recomendaciones o compras automáticas con descuentos personalizados.
- Climatización con storytelling de marca. Al activar la calefacción o el aire acondicionado, el sistema puede incluir breves mensajes auditivos asociados a diversas experiencias de marca.
- Sensores de calidad del aire. Permiten generar alertas junto a recomendaciones de productos asociados (purificadores, aceites esenciales, humidificadores) que resuelvan el problema de forma directa.
- Iluminación inteligente. Las luces pueden cambiar de color, intensidad o patrón basadas en el estado de ánimo o la hora del día, mientras promueven productos relacionados con bienestar o entretenimiento.
Automóviles conectados
El coche, como espacio privado y rutinario, se convierte en una plataforma de marketing ambiental altamente contextual. ¿Cómo pueden aprovecharlo las empresas para vender sus productos y servicios?
- Notificaciones geolocalizadas en ruta. Al detectar rutas habituales, se pueden activar sugerencias como “Gasolinera Repsol con promoción en café justo a la salida 14”.
- Publicidad en audio contextual. A través de asistentes de coche o integración con servicios como Spotify, las marcas pueden ofrecer mensajes breves, no invasivos, alineados con el comportamiento del conductor.
- Promociones automatizadas según el estado del coche. Por ejemplo, si se detecta bajo nivel de combustible o aceite, se puede sugerir un taller oficial con cita directa y promoción vinculada a la app del vehículo o al fabricante.
- Interacciones por voz. Los conductores pueden interactuar con la marca sin necesidad de tocar una pantalla, pidiendo por voz “¿Dónde está la gasolinera más barata con descuento?” o “Recomiéndame una playlist para conducir relajado”
Ventajas frente al marketing con pantallas
El marketing sin pantallas aporta beneficios estratégicos claros frente al enfoque visual tradicional. Te indicamos los principales.
- Experiencia menos intrusiva. Al no requerir atención visual, no interrumpe actividades ni genera fatiga digital.
- Mayor relevancia contextual. Se basa en datos precisos del entorno y del usuario en tiempo real, lo que permite una hiperpersonalización.
- Alto impacto emocional. La interacción directa y contextual genera una conexión emocional más fuerte que un banner visual.
- Mayor accesibilidad. Es útil para personas con discapacidad visual o dificultades con interfaces digitales tradicionales.
- Mejor tasa de respuesta: Según un estudio de Juniper Research, las campañas activadas por voz o por contexto tienen un CTR un 30% mayor que las visuales.
Tendencias y evolución futura
Parece evidente que, en el marketing online, van a convivir los mensajes en pantalla y sin pantalla y que estos últimos cada vez van a ser más importantes. Pero, a tenor de lo que hemos ido aprendiendo y de la evolución tecnológica, ¿qué es lo que podemos esperar en los próximos años? Te lo contamos.
IA y edge computing
La inteligencia artificial se está desplazando hacia el procesamiento local (edge computing), lo que permite a los dispositivos actuar de forma autónoma sin necesidad de conexión constante a internet. Esto mejora la velocidad de respuesta y la privacidad.
Miniaturización y textiles inteligentes
Los sensores se están incorporando a tejidos y elementos del entorno, como zapatillas o almohadas, lo que multiplica los puntos de contacto sin depender de un dispositivo específico.
Interacción multimodal
La fusión de voz, movimiento, temperatura y otros inputs permite crear experiencias más naturales. El usuario podrá hablar con su ropa, responder con gestos o modificar su entorno con un simple movimiento.
Marketing predictivo basado en hábitos
Los dispositivos inteligentes podrán anticiparse a necesidades futuras del usuario. Por ejemplo, si detectan que el usuario suele hacer ejercicio tras el trabajo, pueden recordarle su batido habitual justo antes de salir de la oficina.
Conclusión
El marketing sin pantalla representa una evolución profunda en la forma de comunicar. Al integrar tecnología, datos y contexto en entornos cotidianos, las marcas pueden aportar valor de forma constante, natural y no invasiva. Quienes adopten este enfoque estarán mejor preparados para conectar con una audiencia cada vez más saturada visualmente y en busca de experiencias útiles y sin fricción. La era del marketing invisible, pero eficaz, ya está aquí.
