La reina Isabel II ha demostrado sus bailes preferidos para TikTok, ha hablado del acopio de papel higiénico al inicio del confinamiento y ha lamentado la marcha de Harry y Megan a Canadá. Lo ha hecho en su discurso de Navidad, pero un discurso alternativo generado de manera digital y artificial, lanzado por la cadena Channel 4 para alertar del riesgo de las fake news y la desinformación.
Desde 1993, la emisora acompaña el tradicional mensaje navideño de la monarca con un discurso alternativo pronunciado por alguna personalidad relevante del año y que generalmente suscita cierta controversia. Entre las personas que anteriormente han pronunciado el discurso alternativo se encuentra Mahmoud Ahmadinejad, el ex presidente de Irán; Edward Snowden; el activista Jesse Jackson y los niños que sobrevivieron al incendio de la Torre Grenfell de 2017.
No obstante, la apuesta de Channel 4 para 2020 ha sido diferente. La cadena contrató al estudio de efectos visuales Framestore para crear una reina Isabel falsa, que hablaba con franqueza sobre asuntos personales, bailaba para redes sociales e invitaba a los espectadores a que se cuestionen «si lo que vemos y oímos es siempre lo que parece”. La imagen de la soberana ha sido manipulada utilizando tecnología de inteligencia artificial con la intención de, según aseguran desde Channel 4, ofrecer ”una severa advertencia sobre la tecnología avanzada, que está permitiendo la proliferación de información errónea y noticias falsas en la era digital”.
Tras comentar abiertamente algunos de los temas más candentes de los últimos tiempos para la monarquía británica, como la decisión del Duque y la Duquesa de Sussex de dejar Reino Unido, o la desvinculación del príncipe Andrew debido a la polémica, así como de desvelar algunas de las intimidades de Philip, la Reina subraya que el tema de su mensaje de Navidad es la “confianza”. Tras un gamberro alegato de cuatro minutos de duración, la creatividad presenta “fallos” digitales en la composición y errores de imagen, para terminar descubriendo a la reconocida actriz Debra Stephenson como la Reina. El vídeo ha sido dirigido por William Bartlett, director ganador de un BAFTA, y el guion cómico ha sido escrito por James Kettle.