La inteligencia artificial no da respiro. Hace poco más de un año ChatGPT constataba que ese futuro que presagiaban décadas antes algunas películas de ciencia ficción estaba más cerca de la realidad de lo que podíamos imaginar. Cierto es que estamos lejos de vivir en un mundo dominado por la IA, en el que los seres humanos están completamente a merced de la tecnología. No, los robots y las máquinas difícilmente tomarán el control de las sociedades. Pero muchas de las aplicaciones que se apuntaban en aquellas novelas o filmes están, de uno u otro modo, a disposición de los humanos. Y con prudencia y entendimiento, sabiendo aprovechar sus posibilidades, es muy probable que acaben por hacer nuestras vidas más fáciles.
Porque ChatGPT solo fue el comienzo. Tras el impacto que tuvo, y sigue teniendo, la herramienta de generación de contenidos escritos de forma automática y a partir de una simple instrucción, aparecieron otras igual de sorprendentes y centradas en otros aspectos que, en la mayoría de los casos, tienen una relación muy directa con el marketing. Por nombrar solo unas pocas, tenemos DAll-E y su capacidad de crear imágenes de la nada; Inworld y su generación de personajes virtuales; Lensa, para crear avatares con las fotos de los usuarios; Debuild, para crear apps o páginas webs sin saber nada de programación… Los ejemplos son innumerables. Y cada día surgen nuevas. Y más potentes.
Pero hacía meses que no surgía ninguna con el impacto que ha tenido la nueva herramienta de OpenAI, la misma compañía creadora de ChatGPT. Su nombre es Sora y ofrece la posibilidad de crear vídeos hiperrealistas de una manera hasta ahora nunca vista en la IA. Y las oportunidades que se abren para todo el sector del marketing son innumerables. Vamos a comprobarlo.
¿Qué es Sora?
Hace solo unos días OpenAI presentaba al mundo la que promete ser su siguiente revolución: Sora. Se trata de una nueva herramienta que permitirá crear vídeos de hasta un minuto en función de las instrucciones que le lancen los usuarios. Hasta el momento ya existían plataformas de inteligencia artificial capaces de generar contenidos audiovisuales, pero tanto el resultado como la forma de crearlos resultaban muy diferentes a lo que nos ofrece Sora. ¿Por qué?
Primero, porque los contenidos de otras plataformas poseen una calidad muy inferior a la de las pruebas que ha presentado la compañía desarrolladora de ChatGPT. Sora promete crear en unos segundos contenidos audiovisuales hiperrealistas y con un enorme nivel de detalle, que fácilmente podría pensarse que había sido generados por especialistas humanos. Pero lo que realmente es una revolución es la forma de generarlos.
En las plataformas ya existentes los vídeos se generaban a partir de imágenes previas seleccionadas por el usuario. En Sora el funcionamiento es exactamente el mismo que en ChatGPT. Es decir, el usuario ofrece unas instrucciones por escrito con las que describe lo que quiere que salga en el contenido y la propia herramienta lo convertirá en un vídeo de alta calidad que no superará en ningún caso los sesenta segundos.
Algunos de los de vídeos creados por Sora son realmente sorprendentes. En uno de ellos, por ejemplo, las instrucciones fueron las siguientes:
“Varios mamuts lanudos gigantes se acercan caminando a través de un prado nevado, su largo pelaje lanudo se mueve ligeramente con el viento mientras caminan, árboles cubiertos de nieve y espectaculares montañas cubiertas de nieve en la distancia, luz de media tarde con nubes tenues y un sol alto en el. La distancia crea un brillo cálido, la vista baja de la cámara es impresionante y captura al gran mamífero peludo con hermosas fotografías y profundidad de campo”.
Si quieres comprobar cuál es el resultado, basta con que entres en la web de OpenAI. Aquí te dejamos el enlace. Te avisamos de que vas a quedarte con la boca abierta.
“Sora ofrece unas enormes posibilidades para la generación de vídeos en redes sociales e incluso para hacer creaciones publicitarias o cinematográficas”
Como puedes observar, al igual que ocurre con ChatGPT, la clave para conseguir vídeos detallados va a estar en las instrucciones (denominadas prompt) que des a Sora. Cuanto más específicas sean, mejores resultados vas a obtener.
Los ingenieros de la empresa estadounidense han entrenado a este modelo de inteligencia artificial para que pueda crear escenas de gran complejidad, en las que haya detalles muy precisos de los personajes que aparecen en el contenido, de los movimientos realistas que estos hacen, del fondo, el vestuario o los efectos visuales que se producen.
Esto ofrece unas enormes posibilidades para la generación de vídeos en redes sociales e incluso para hacer creaciones publicitarias o cinematográficas. Un nuevo mundo audiovisual está a punto de abrirse ante nosotros. Mucho más si tenemos en cuenta que Sora, además de generar vídeos totalmente nuevos, también puede convertir en contenidos audiovisuales de gran calidad imágenes ya existentes o mejorar o modificar al gusto del usuario partes de un vídeo que ya haya sido grabado.
Y decimos que está a punto porque lo que hemos podido ver hasta ahora es solo una presentación, un aperitivo de lo que promete ser. Sora aún no está disponible en abierto, continúa siendo perfeccionada por los desarrolladores de OpenAI. Pero todo hace indicar que en los próximos meses podremos empezar a utilizarla.
Por supuesto, este nuevo avance de la IA ha ido acompañado de no pocas polémicas vinculadas a la seguridad, la privacidad y derechos de autor. Y ese es otro punto que la empresa está puliendo antes de que esté disponible para todo el mundo.
¿Qué supondrá para el marketing y la publicidad la llegada de Sora?
En los últimos años, el contenido audiovisual se ha convertido en la preferencia de los usuarios de Internet y las redes sociales. El vídeo ha sustituido al texto escrito como elemento principal para captar la atención y el enorme éxito de TikTok en apenas cuatro años es la mejor prueba de ello. Si hoy un especialista de marketing desea impactar en un consumidor, el vídeo debe formar parte troncal de su estrategia. Así las cosas, la nueva herramienta de OpenAI tiene todas las papeletas para convertirse en una aliada irremplazable para los profesionales del sector. Y es que sus aplicaciones prometen ser muy variadas. Veamos algunas de ellas.
- Vídeos a partir de imágenes de productos ya existentes. Las marcas van a poder utilizar las imágenes de sus artículos para generar vídeos impactantes sin tener que hacer frente a los altos gastos que supone una producción audiovisual. Ponemos un ejemplo: una empresa local que vende zapatillas podría generar contenidos audiovisuales en los que varias personas las lleven realizando cuantas actividades indicasen en las instrucciones que se le dé a Sora.
- Adaptación de vídeos a los intereses de los usuarios en los que quieren impactar. Otra opción existente con la IA es sustituir diferentes elementos de vídeos ya creados. Esto, de nuevo, implica un extraordinario ahorro de costes. Imaginemos una marca de alta costura que desea promocionar sus prendas en diferentes escenarios. Puede grabar una publicidad en Manhattan y hacer desfilar por la Quinta Avenida a su modelo de referencia. Pero sería un gasto brutal grabar el mismo vídeo en todos los países en los que quiere impactar. Con la IA es posible cambiar todo el entorno de forma realista y trasladar, por arte de magia, a esa modelo que viste su artículo estrella a París, Edimburgo, Barcelona, Madrid o Santiago de Compostela. Donde quiera.
- Personalización. Los beneficios de la IA llegan a cualquier tipo de negocio. Porque puede adaptar los vídeos en función de las preferencias que se hayan identificado de cada usuario a partir del análisis de datos de su comportamiento.
- Cuantas variaciones del vídeo como se quiera. Cualquier empresa podrá generar cuantas variantes quiera del mismo vídeo en función del producto que desee promocionar, de las campañas de lanzamiento o en periodos de rebajas. De una forma rápida y flexible dinamizará su marketing y publicidad sin aumentar gastos.
- Optimización. Al igual que ocurre con ChatGPT, Sora no solo podrá crear vídeos de la nada, sino que se le podrá decir que optimice algún contenido previo, mejorando sus colores, tono, vistosidad o simplemente ocultando los defectos que se hayan podido producir en el momento de la grabación.
Conclusión
Es cierto que con Sora nos encontramos en una fase aún experimental, pero no lo es menos que su lanzamiento ha generado unas expectativas enormes. Pese a los recelos que aún despierta, lo cierto es que la inteligencia artificial ha venido para quedarse y ya empieza a formar parte de la dinámica de muchas empresas. Y en el marketing esto es aún más evidente. Sora es un nuevo ejemplo de eso y, además, se centra en el formato con mayor penetración y capacidad de influencia hoy en día: el vídeo. Aún nos queda bastante por saber sobre ella, pero teniendo en cuenta el precedente de ChatGPT, es esencial mantenerse informados y, cuando esté a disposición de todos, dar la bienvenida a un recurso que, bien utilizado, puede ser diferencial y dar magníficos resultados a los negocios.
