Los niños sueñan con tener un dinosaurio paseando por su habitación. Los más mayores tenemos sueños más prosaicos y anhelamos, por ejemplo, poder comprobar cómo se integraría en nuestro salón el sofá de Ikea antes de comprarlo. “No hay nada como un sueño para crear el futuro”, escribió Víctor Hugo. Pues eso ha hecho la realidad aumentada: concebir un futuro, hoy un presente, partiendo de lo que hace pocos años eran simplemente sueños.
Gracias a la tecnología es posible merendar con un tiranosaurio inofensivo a nuestro lado o comprobar cómo quedaría el último televisor en nuestra sala de estar sin haberlo adquirido. Todo eso podemos conseguirlo gracias a la realidad aumentada. Todo eso está en nuestro iPad, en nuestro teléfono móvil. Todo eso nos permite personalizar las experiencias. Y exactamente por ello, la realidad aumentada es ya uno de las herramientas de marketing más pujantes.
“El marketing se personaliza, el producto pasa a formar parte de la vida, del espacio físico y mental del potencial cliente incluso antes de que este lo tenga en las manos”.
Hace apenas unos años esto sonaba a ciencia ficción. Sin embargo, hoy la realidad aumentada está en nuestro bolsillo. Os vamos a poner un ejemplo. Teclea en Google, en tu smartphone, “dinosaurio”. Verás que en tu campo de búsqueda, debajo de la página de Wikipedia, encontrarás un recuadro en que te indica “Ver un tiranosaurio en tu espacio” y un poco más abajo “Ver en 3D”. Si haces clic en este último apartado y sigues las indicaciones, en unos segundos, gracias a la realidad aumentada, tendrás al dinosaurio moviéndose a tu antojo por los espacios por los que tú te desplazas con el móvil.
Es posible que te preguntes: “¿y esto qué tiene que ver con el marketing?”. Pues mucho. Todos sabemos que Google no da puntada sin hilo y este servicio aparentemente inocuo va a facilitar al gigante tecnológico una buena cantidad de ingresos. Lo comprobamos con otro ejemplo real. En los meses antes de que saliera al mercado el buque insignia de los móviles Samsung, el Samsung Galaxy s21, podíamos poner su nombre en el buscador de Google y, siguiendo los mismos pasos que con el dinosaurio, conseguir que se incorporara a nuestro entorno gracias a la realidad aumentada. Podíamos verlo en nuestra mesilla de noche y comprobar su estética. ¿Existe mejor forma de dar a conocer un nuevo producto, de integrarlo en nuestra día a día sin que haya salido al mercado, que trasladándolo a nuestro hogar, aunque sea virtualmente?
Google es consciente de que las marcas pelearán por poder utilizar este espacio de realidad aumentada en su buscador. El marketing se personaliza, el producto pasa a formar parte de la vida, del espacio físico y mental del potencial cliente incluso antes de que este lo tenga en las manos. La realidad aumentada tiene la capacidad de generar una necesidad en el consumidor.
Si con su ayuda comprobamos que el sofá se ajusta perfectamente al hueco donde lo queremos colocar, existen muchas posibilidades de que nos decidamos por ese producto. Si podemos probarnos virtualmente la falda que hemos visto en nuestra tienda online favorita y observamos que se amolda a nuestra figura, es muy probable que no tardemos un segundo en hacer clic y llevárnosla al carrito de compra.
Ventajas de la relación entre marketing y realidad aumentada
Es un hecho que realidad aumentada trastoca la línea de flotación del marketing y la publicidad tradicionales. El cliente potencial deja de ser un espectador pasivo de las campañas y se convierte en el protagonista, forma parte misma del marketing. Hasta ahora la experiencia de poder tener un nuevo producto se movía en el terreno de la imaginación hasta que lo adquiría. Con la realidad aumentada se puede sumergir en una experiencia personal con dicho producto, puede interactuar con él antes de tenerlo en sus manos.
Veamos más detenidamente cuáles son las ventajas de la realidad aumentada en el marketing:
- Origina interacciones con el cliente potencial: Lo hemos visto con el ejemplo de Google. La realidad aumentada ofrece una experiencia inmersiva que genera una experiencia personal con el producto. Podemos interactuar con él, llevarlo a nuestro entorno. Y esa misma interacción hace que sea mucho más fácil de viralizar, ya que la relación personal e innovadora del posible consumidor hará más factible que este comparta el resultado en sus redes sociales, que muchas más personas quieran vivir esa misma experiencia inmersiva.
- Tiene la facultad de darnos mucha más información: Solo apuntando, por ejemplo, al código QR asociado a un producto que se venda en un establecimiento podemos recibir información complementaria muy útil. Por ejemplo, queremos comprar unas zapatillas y vemos un modelo que nos llama la atención. Leyendo el código QR con nuestro smartphone, aparecerán en nuestra pantalla modelos similares del mismo artículo, diferentes colores, información sobre las tallas y los precios o complementos que puedan resultar interesantes.
- Todo espacio es susceptible de ser un soporte para una campaña de marketing completa: Desde la página de un periódico a la marquesina en la que esperamos el autobús, desde la mesa de un restaurante a una sencilla página web. Bastará colocar nuestra cámara sobre el código QR o el icono de inmersión en el mundo de realidad aumentada y adentrará al usuario en un espacio repleto de información adicional, que, además, tiene la capacidad de entretener en los tediosos momentos de espera y generar una relación más personal con el producto que se vende.
- No hay límite de temas: Retail, muebles, alimentación, tecnología, turismo… Todos los sectores son bienvenidos al mundo de la realidad aumentada. ¿Hay mejor forma de vender unas vacaciones en un destino de playa que una campaña que nos traslade virtualmente a la orilla de ese mar soñado con aguas azul turquesa?
- Tiene una mayor capacidad de atracción para los más jóvenes: Es difícil sorprender a los nativos digitales, a esos que crecido con un smartphone entre las manos y viajan por las redes sociales con naturalidad. La realidad aumentada atrae su necesidad de nuevas experiencias digitales y provoca que compartan los contenidos en los que ellos -y la marca a la que asociamos la campaña- son los protagonistas.
“Aquellas empresas que tengan la capacidad tecnológica de llevar a cabo campañas de realidad aumentada consiguen una ventaja competitiva evidente respecto a la competencia”
- Facilita que el cliente se identifique con la marca y genera mucho engagement: Una campaña con realidad aumentada supone mucho más tiempo de atención que una habitual. El usuario es el protagonista y, como tal, va a querer moverse por todos los escenarios que tenga a su disposición. De este modo, recibirá inputs de la marca mucho más profundos que en una campaña publicitaria o de marketing tradicional, donde el impacto es breve y se solapa con otras campañas de diferentes compañías.
- Genera una diferenciación para la marca. Está claro que la realidad aumentada es un modelo que aún dista de estar del todo implantado. Por ello, aquellas marcas que cuentan con el empuje y la capacidad tecnológica de llevarlas a cabo consiguen una ventaja competitiva evidente respecto a la competencia.
Las mejores fórmulas para aplicar esta nueva tecnología
La realidad aumentada y el marketing aún se están conociendo. Está claro que se gustan, pero les queda mucho por saber la una del otro para que su relación se haga mucho más enriquecedora. De momento ha sido aplicada de muy diferentes, e interesantes, formas, pero estoy segura de que conforme pasen los años y se perfeccione su uso en el marketing, nos sorprenderán con fórmulas que aún desconocemos. Estos son los formatos más habituales en que se aplica hoy en día:
- Presentaciones de productos: La pandemia ha provocado que las presentaciones virtuales se hayan multiplicado y en ellas la realidad aumentada desempeña un papel muy interesante. Poder mostrar cómo interactúa un producto en una situación determinada que no puede reproducirse físicamente es hoy posible gracias a la tecnología. El periodista o receptor de la presentación se hace una idea bastante exacta de las funciones del artículo o servicio sin necesidad de verlo físicamente.
- Empaquetado digital: El packanging que acompaña a los productos puede convertirse en algo vivo e interactivo que, además, sirve para promocionar otros artículos de la marca. Bastará con pasar el móvil por el empaquetado para que surja una animación en realidad aumentada. Se trata de una idea perfecta, por ejemplo, para animar el envoltorio de los regalos.
- Probadores virtuales: En tiempos de pandemia este formato aporta soluciones muy interesantes para quienes prefieren no entrar en un probador para ver cómo le queda la ropa elegida. Timberland fue una de las primeras marcas en adoptar esta fórmula, que ya han utilizado gigantes como Nike en sus tiendas.
- Gamificación: Este concepto, cada vez más aplicado en marketing, aúna el juego con el aprendizaje. Y la realidad aumentada ofrece unas posibilidades extraordinarias para su desarrollo. Volvemos a ese concepto que ya hemos utilizado: la personalización.
El usuario es el protagonista del juego, interactúa directamente con la marca y eso genera una identificación con la misma. Un ejemplo: Volvo hizo una campaña que permitía que los participantes condujesen, por realidad aumentada, un coche de la compañía en un circuito virtual. La diversión, y con ella el éxito, estaba asegurada.
- Influencers virtuales: La inteligencia artificial y la realidad aumentada están cambiando la forma de usar hasta las redes sociales. Y los influencers virtuales son un paradigma de ellos. Se trata de personajes no reales (aunque tan realistas que a veces confunden) creados por compañías tecnológicas y que cuentan con su vida virtual en las propias redes sociales: cómo ha ido su día en la piscina, una tarde de compras o el menú que han preparado.
Cuentan los seguidores por millones y generan beneficios extraordinarios, sobre todo en el sector de la moda, protagonizando campañas publicitarias dirigidas a los más jóvenes. Probablemente la más famosa sea Lil Miquela, con millones de seguidores en sus redes sociales y que en 2018 fue elegida por la revista Time uno de los 25 personajes más influyentes de Internet. Además, ha sido imagen de marcas como Chanel, Balenciaga o Prada.
- Teleasistencia. Especialmente interesante para aprender el funcionamiento de dispositivos complejos o para asuntos relacionados con el sector sanitario. El manual de instrucciones puede ser una recreación en realidad aumentada que te permita seguir paso a paso y de forma hiperrealista tus necesidades.
“En un mundo hiperconectado debemos estar al tanto de las novedades que tienen la capacidad de incrementar el valor de nuestra estrategia”
- Información de superposición y colaboración con entidades de prestigio. Sin duda la forma más habitual hoy en día de la realidad aumentada es la que nos ofrece una información relevante y complementaria al objeto sobre el que colocamos nuestro dispositivo. Esto resulta especialmente interesante para espacios y objetos que permiten una explicación compleja que, a no ser que seamos unos expertos, ignoramos en un primer vistazo. Por ejemplo, las obras de arte en los museos.
Precisamente en la relación con estas entidades de prestigio encontramos algunos de las formas de colaboración entre marketing y realidad aumentada que mejores resultados pueden dar. Ponemos un ejemplo. Samsung y el British Museum llegaron a un acuerdo para que la marca tecnológica creara una aplicación de realidad aumentada que permitiera a los visitantes profundizar en la obra en que se detuvieran con todo tipo de información complementaria. El museo consigue una evidente mejora en su afán de divulgar y el valor de Samsung se dispara al colaborar en un entorno tan valioso como uno de los museos más importantes del mundo.
Conclusiones
El marketing es un organismo vivo, en permanente cambio, que forma parte de un entorno dinámico. Estar al tanto de todas las innovaciones asociadas a él es una obligación. En un mundo hiperconectado, en el que los avances tecnológicos prácticamente se solapan, debemos estar al tanto de las novedades que tienen la capacidad de incrementar el valor de nuestra estrategia. Y la realidad aumentada es una de las que tienen más potencial.
Conectar el mundo real con el mundo virtual parecía hace escasos años una entelequia propia de películas de ciencia ficción. Hoy, sin embargo, es una realidad que se asoma por nuestro presente y multiplica las posibilidades de personalización del mensaje. El marketing debe aprovecharse de eso.
Convertir al usuario en protagonista, conseguir que nuestro cliente potencial interactúe con el producto o servicio que queremos vender sin necesidad de que lo tenga en sus manos es un valor extraordinario. La realidad aumentada permite que nos identifiquemos con ese producto antes incluso de poder verlo físicamente.
Hace unos cuantos años, Bill Gates hacía célebre una frase: “Si tu negocio no está en Internet, tu negocio no existe”. Hoy podríamos decir que si tu negocio no trata de crecer en paralelo a los avances tecnológicos tendrá mucho más difícil sobrevivir en un mercado cada vez más competitivo.
Hoy la tecnología puede hacer sentir que un mensaje se está dirigiendo directamente al usuario, nos permite experimentar las sensaciones de poseer algo antes siquiera de tocarlo. El marketing debe estar alerta ante cualquier posibilidad que pueda generar más interés por un producto. La realidad aumentada es, sin duda, una de las más potentes.
