Con la desaparición de la URSS a finales del siglo XX, el mundo se encontró ante una situación nueva. Dejaba de existir una de las dos grandes potencias políticas y militares del planeta. Fue a partir de ello que la Escuela de Guerra de Estados Unidos creó un acrónimo, VUCA, para definir la nueva situación. Pronto se empezó a considerar como un término clave en el análisis de las relaciones estratégicas internacionales. VUCA trataba de describir un entorno político que no acababa de estar definido, ante el que era muy difícilmente anticiparse. VUCA son las iniciales de cuatro palabras que definen a la perfección esa situación: V (Volatilidad) U (Incertidumbre -Uncertainty, en inglés-), C (Complejidad) y A (Ambigüedad).
Treinta años después, ese mundo volátil, complejo, ambiguo y lleno de incertidumbres se ha trasladado a las empresas y, sobre todo, al mercado laboral. Las cosas han cambiado, y mucho, a partir de la transformación digital y los innumerables cambios tecnológicos asociados a la misma. Por eso VUCA se ha convertido en un concepto muy usado para definir diferentes parámetros de la estrategia empresarial.
Hace veinte años si alguien nos hablaba de la inteligencia artificial, del machine learning o del Big Data nos venían a la cabeza esas películas de robots que acaban con el mundo o los libros de ciencia ficción. Sin embargo, ya se iba apuntando que todo ello se podría ir incorporando ligeramente a nuestra sociedad. Ahora bien, lo que parecía increíble es que esos conceptos fuesen a formar parte de nuestro día a día y, sobre todo, que fueran a cambiar nuestra rutina laboral.
«En torno a 85 millones de empleos actuales van a desaparecer antes de 2025».
El Fondo Económico Mundial publicaba a finales de 2020 The Future of Jobs 2020, un informe en el que la organización supranacional analizaba las extraordinarias transformaciones que se desde ya se viven en el mercado laboral y que serán mucho más acusadas en un futuro muy cercano. El estudio indicaba que en torno a 85 millones de empleos actuales iban a desaparecer antes de 2025. Las labores administraciones, la grabación de datos o la contabilidad corren el riesgo de dejar de estar dentro de las entidades en pocos años.
Sin embargo, en sí no se trata de un informe pesimista, solo desafiante. Porque si observamos el otro lado de la moneda, nos encontramos con que, en el mismo periodo, es decir, hasta el 2025 se crearán 97 millones de puestos de trabajo que hoy no existen. ¿Y qué profesionales van a ser las más demandadas? Todos aquellos que sepan Big Data, inteligencia artificial, machine learning o marketing digital podrán ubicarse en posiciones de primer nivel y con gran posibilidad de crecimiento.
La realidad, sin embargo, es que la forma de actuar ante este desafío difiere de la que hace apenas unos años. No basta con formarse en una profesión y continuar con una labor rutinaria que genera pequeños cambios que se aprenden sobre la marcha. Por un lado, en este nuevo mercado laboral globalizado se demanda que los trabajadores accedan a los nuevos conocimientos. Pero no basta con esto. La transformación tecnológica es tan veloz que hay que adaptarse continuamente a ella. La formación es parte indisoluble del empleo. Esa es, precisamente, la idea que estimula el lifelong learning, aprender durante toda la vida.
Definiendo el lifelong learning
La traducción del lifelong learning podría ser algo así como aprendiendo a lo largo de la vida. Es decir, circula en paralelo de la célebre formación continua, pero va un poquito más allá. Con el lifelong learning se ahonda en algo que es estructural, que afecta a toda la sociedad y que exige una implicación directa de las empresas.
Porque todas las personas deben aprender a convivir a aprovechar las muchas ventajas que ofrecen las innovaciones tecnológicas. Se trata de cambiar el chip, abandonar la opinión de que la tecnología va a robar el trabajo de millones de personas e incorporar la idea de que va a ofrecer nuevas oportunidades laborales que nos harán ser mucho más eficaces y generar un crecimiento mayor que beneficia a todos.
En este sentido, es fundamental es que el compromiso con el parta de la misma empresa. Invertir en formar a los trabajadores existentes y a los nuevos supondrá un beneficio enorme a medio plazo y una ventaja competitiva incalculable respecto a las empresas que no apliquen este modelo de aprendizaje constante. Por otro lado, es necesario que el empleado se sienta estimulado a aprender, que abandone cualquier actitud acomodada. El desarrollo personal y profesional que logrará implicándose y formando parte de la revolución tecnológica harán de él un activo necesario y muy demandado del nuevo mercado laboral.
UNICEF y el lifelong learning
El aprendizaje a lo largo de la vida no es solo un concepto del que se esté empezando a hablar en el mundo de las empresas. También instituciones de defensa de igualdad de oportunidades ponen el acento en la necesidad de que esto sea una realidad. Y, por supuesto, que alcance a todo el mundo.
«El aprendizaje permanente es, para UNICEF, una de las únicas fórmulas que tiene el mundo en su conjunto para hacer frente a los retos que de los próximos años».
El Instituto para el Aprendizaje a lo Largo de Toda la Vida (UIL, por sus siglas en inglés) es una organización perteneciente a la UNESCO que, precisamente, estimula la necesidad del aprendizaje continuo y llama la atención a estados, organizaciones, empresas y sociedades en general de la necesidad de adaptarse a este nuevo mundo mediante el estímulo de la formación.
Porque, para UNICEF, no estamos hablando de la supervivencia de los empleos que podrán ser sustituidos por las máquinas, sino de la supervivencia de las mismas sociedades. El aprendizaje permanente es, en su opinión, una de las únicas fórmulas que tiene el mundo en su conjunto de hacer frente a los retos que nos acompañan en los próximos años. La transformación tecnológica, sin duda, pero también el cambio climático o las desigualdades económicas y socioculturales que no dejan de crecer.
La tecnología ha llegado al mundo para mejorarlo, para optimizar los procesos y, aunque muchos puedan pensar lo contrario, para generar más empleos y mejorar las condiciones de vida de las personas. Pero para ello todo el mundo debe tener acceso. Si la lucha contra el analfabetismo es una obligación para cualquier sociedad sana, resulta también fundamental luchar contra el analfabetismo tecnológico.
Los empleos más demandados en los próximos años
El mercado, como decíamos, no para de transformarse y con ello lo hacen las necesidades laborales. El futuro siempre empieza hoy y ahondar en ciertas especialidades desde ya mismo es fundamental para permanecer en el mercado. Sin duda existen empleos que exigen una especialización técnica concreta, estudiar una ingeniería, por ejemplo. Pero, en cualquier caso, aprender una serie de conceptos tecnológicos y seguir sus ritmos de cambio, aunque no sean específicamente de nuestra especialización, será muy positivo en el desarrollo de la cotidianeidad laboral.
Son varios los estudios que indican cuáles son las profesiones más demandadas para los próximos años. Y la mayor parte de ellas tienen un punto transversal, es decir, pueden relacionarse con las especialidades de muchas personas. Según un reciente estudio de la firma especializada en identificación y captación de talento Senesca Talent, estos son los trabajos más demandados en los próximos años.
Tecnología de la comunicación e información: Especialmente valorada en sus puestos directivos. Actualmente existen muy pocos especialistas en una responsabilidad básica para el aumento de la productividad en las empresas con ayuda de la tecnología.
Ciberseguridad: Cualquier conocimiento sobre seguridad en la red supone un paso de gigante en la carrera laboral. Hoy todo pasa por Internet y las amenazas a las que se exponen las compañías y los particulares son enormes. Saber gestionar los aspectos que minimizan los riesgos es, y será, un empleo muy bien valorado.
«El posicionamiento de una web en los buscadores es tan importante como hace pocos años lo era tener un local comercial en las calles más transitadas de las grandes ciudades»
Marketing digital: El posicionamiento de una web en los buscadores es tan importante como hace pocos años lo era tener un local comercial en las calles más transitadas de las grandes ciudades. El SEO, el SEM y los aspectos técnicos relacionados con el mantenimiento de una página web son servicios trascendentales en el éxito de cualquier negocio que quiera ser digital.
Especialistas en internacionalización y crecimiento. Vivimos en un mundo global, las fronteras han sido superadas por Internet y la expansión de los negocios tiene unas facilidades hasta hace muy poco impensables. Conocer todos los mercados y tener la capacidad de entrar en ellos genera innumerables beneficios para empresa y trabajador.
Expertos en gestión de procesos: Conocer a fondo las herramientas de planificación empresarial sumará muchos puntos. Y es que, con ellas, la compañía va a poder crecer con mayor rapidez al tiempo que ahorra costes y tiempo. Un empleo, sin duda, de presente y futuro.
CONCLUSIÓN
El sociólogo norteamericano Alvin Toffler resumió en una sentencia el concepto del lifelong learning: «Los analfabetos del siglo XXI no serán los que no saben leer ni escribir, sino los que no pueden aprender, desaprender y reaprender». Vivir es aprender continuamente de nuestras experiencias. Hoy, además, el mercado laboral nos exige que estemos al tanto de su evolución y nos formemos constantemente para no quedarnos atrás.
