En la misma naturaleza humana está la necesidad de sentir la compañía y el afecto del otro. Los cambios del estilo de vida en la sociedad, sin embargo, han generado una existencia cada vez más individualista, con una drástica caída de los nacimientos y cada vez más personas que viven solas. No obstante, esta situación no ha mitigado la necesidad humana de la proximidad y el afecto. En ese punto, y en las sociedades occidentales de mayor nivel de vida, las mascotas se han convertido en las leales camaradas de millones de personas. Y esta es una tendencia en constante crecimiento.
Según el Estudio de Censos 2021 elaborado por ANFAAC y Veterindustria, en España hay actualmente 21 millones de mascotas. El mayor porcentaje de ellas son perros (más de 9 millones), seguido por los peces (casi 7 millones) y gatos (cerca de 6 millones). Llama la atención que en el resto de Europa hay predominio de los felinos frente a los perros. En nuestro país parece que gusta más la cercanía del tradicionalmente llamado «mejor amigo del hombre». Pero lo que más llama la atención es cómo ha crecido globalmente el número de mascotas en los últimos años, algo que ha estimulado especialmente la situación social generada por la pandemia.
En todo caso, se trata de una tendencia que ya se apunta desde hace años y que, como decíamos, tiene mucho que ver con el estilo de vida actual. Veamos si nos puede aclarar algo el Instituto Nacional de Estadística. Según el INE, en España existen más de 4,9 millones de hogares unifamiliares. Y no cabe duda de que una mascota ayuda a que las personas solas estén más acompañadas. Pero no solo eso, sino que también estimula ser más activos. Esta es de las razones que han provocado que sean muchas las personas que viven solas que apuestan por tener un animal de compañía.
«La mitad de los animales de compañía adquiridos en los años de pandemia lo fueron por personas menores de 34 años»
Y la realidad es que no es mala idea, incluso desde el punto de vista de la salud. Según una investigación científica de la Universidad de Uppsala, en Suecia, y publicado en la revista Scientifics Reports, las personas que viven solas y tienen una mascota tienen un 11% menos de posibilidades de sufrir un infarto de miocardio que las que no la tienen y un 8% menos de sufrir problemas cardiovasculares.
En este sentido, una generación se asoma como la más tendente a compartir su vida con mascotas: los millennials. Según un reciente estudio, la mitad de los animales de compañía adquiridos en los años de pandemia lo fueron por personas menores de 34 años, un grupo generacional con una tasa de natalidad muy baja en comparación con generaciones anteriores. Por otro lado, no hay que olvidar que los millennials son una de las generaciones que más interesan a las marcas por su evolución como consumidores.
Una cosa está clara. Una mascota exige unos cuidados y unos gastos que el amoroso dueño está dispuesto a asumir por su bienestar. Tener la capacidad de desarrollar una estrategia que alcance el corazón del propietario de una mascota puede generar muy altos beneficios a las empresas especializadas.
Los datos económicos de las mascotas
Este aumento que hemos señalado en el número de mascotas implica un incremento proporcional de los ingresos por parte de las empresas del sector. Según el Estudio de Mascotas presentado en 2019, cada español gastó ese año una media de 1.282 euros por sus compañeros animales. Esto implicaba un 7,3% más que el gasto medio de dos años antes. Si multiplicamos esa cifra por las 21 millones de mascotas de las que hablábamos anteriormente, las cifras de negocio son apabullantes.
Mucho más si tenemos en cuenta que en esa media de gasto están recogidas todas las mascotas, también aquellas que por sus mismas peculiaridades necesitan menos cuidados e implican menos gastos. Según el estudio Mi Mascota en Cifras, mantener a un perro cuesta alrededor de 110 euros al mes. Pero si hablamos de perros de gran tamaño o de razas que necesitan unos cuidados especiales, la cifra crece significativamente.
«Hablamos de un sector en el que el componente emocional desempeña un papel fundamental»
Alimentación, gastos del veterinario, higiene, juguetes, adiestramiento, residencias eventuales o peluquería suman un montante sobresaliente. En concreto, un estudio de la American Pet Association desglosaba los gastos de esta manera: un 42,8% de ellos estaban destinados a la alimentación; un 23,9%, a gastos veterinarios; un 21,5%, a accesorios; finalmente, un 11,8% de los gastos se centraban en los denominados suplementarios, entre los que incluía las guarderías, la peluquería o la estética.
Las empresas del sector saben que tienen que tienen una importante fuente de negocio especializado, pero también, cada vez más, una fuerte competencia. La confianza que ofrezca la marca es esencial para que sea la elegida. Se trata de un sector en el que el componente emocional desempeña un papel fundamental. También el prestigio. Por ello es esencial llevar a cabo campañas de marketing muy bien estructuradas para que el reparto de ese suculento «pastel» llegue a la empresa interesada.
Las mejores estrategias de Pet Marketing
Redes sociales. Las redes conectan con cualquier mercado, pero mucho más con uno que tiene un componente afectivo como el de las mascotas. Teniendo en cuenta la media de edad de quienes toman la decisión de compra de uno u otro producto, Facebook ha sido tradicionalmente el medio preferido. Sin embargo, y por esta misma razón, Instagram va tomando el relevo como corresponde por ser la red predilecta de los millenials. En las redes es troncal conseguir llamar la atención con una imagen que despierte un sentimiento positivo y a partir de ahí describir el producto que se quiere vender para que la mascota que lo va a disfrutar sea tan feliz como la que aparece en la foto o vídeo. También fundamental es investigar y utilizar los hashtags que puedan conectar con los muchos amantes de los animales que hay en las redes.
Las mascotas, protagonistas. Relacionado directamente con el punto anterior. Si se desea vender comida para perros, destacar la imagen de la lata con el pienso apenas llamará la atención. Sin embargo, si se incluye en la comunicación algún vídeo o foto tierna o divertida se logrará despertar el interés del usuario y que se quede con el nombre de la marca que se promociona. Lograr una imagen alegre y positiva de la marca es fundamental para que sea la elegida frente a la competencia en el momento en que el cliente va a tomar la decisión de compra.
Participación en ferias y eventos de la industria. Es importante estar presente en cualquier acontecimiento relacionado con el sector. Los amantes de gatos, perros o pájaros gustan de acudir a ferias donde pueden disfrutar de las habilidades y concursos en los que participan mascotas como la suya. Además, en estas ferias se pueden hacer relaciones comerciales fundamentales para lograr dar un impulso a la marca.
La importancia del boca a boca. La atención al cliente es esencial para atraer a nuevos compradores, sobre todo cuando el negocio se centra en servicios como pueden ser la peluquería o una guardería para mascotas. No hay estímulo mayor para que apuesten por un servicio que la satisfacción de las personas del entorno que también tienen mascotas.
Apostar por los productos naturales. Como es lógico, los dueños de mascotas tienen una sensibilidad especial ante el bienestar animal y del entorno natural. Por ello, en los últimos años se está produciendo una tendencia que elige aquellos productos para las mascotas naturales y sostenibles. Alimentos que carezcan de aditivos o juguetes que respeten el entorno serán muy bienvenidos por quienes toman la decisión de compra.
Co-branding. La asociación entre dos marcas que trabajan un sector tan específico como el de los animales de compañía suele dar resultados muy positivos. Ofrecer una lata de comida junto a un cepillo especial para un tipo de mascotas es una forma muy efectiva de que el consumidor compre el pack y reconozca las dos marcas en una futura adquisición.
Conclusión
Todo lo que rodea a las mascotas pertenece a un nicho de negocio en pleno crecimiento y que tiene visos de seguir aumentando su valor en los próximos años. El perfil de consumidor está dispuesto a hacer gastos importantes siempre que incrementen el bienestar de sus compañeros de vida. Con la ayuda del marketing es posible acceder a un cliente que, si queda satisfecho, va a ser fiel y recurrente.
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